Para Rozanski, “é verdade que os regulamentos avançaram, mas não tanto a prática. A psicologia avançou, não a lei “, comparou ele. “Sempre, todos os avanços sociais positivos geraram reações negativas, geraram a resistência dos reacionários. E na Argentina, os avanços nesse assunto geraram reações muito violentas “.
Nesse sentido, o ex-juiz falou sobre as estratégias de defesa dos acusados de abuso. “Até alguns anos atrás, a reação era dizer ‘as crianças estão mentindo’. Isso funcionou por um longo tempo. Mais tarde, quando foi necessário defender-se de forma diferente na Justiça, aqueles que os defendiam se dedicaram a pensar estratégias destrutivas, não defensivas. Eles pensaram sobre como eles conseguiram destruir a vítima e sua família, eles pensaram em destruir as pessoas que acompanham as vítimas. Isso não é difícil de detectar por um tribunal. O surgimento de estratégias destrutivas foi o que marcou as vítimas durante os últimos 20 anos na história judicial. Por que eles aplicam estratégias destrutivas? Porque com isso eles conseguem que as vítimas mudem seus testemunhos, conseguem que suas vítimas duvidem, que se retratem em suas declarações. E do ponto de vista da lei tradicional, que acaba beneficiando o acusado, por exemplo, para questões como o benefício da dúvida. É assim que eles conseguem não ser condenados “, explicou.
CONVENCIÓN BELÉM DO PARÁ (MESECVI) MESECVI/CEVI/DEC.4/14 Undécima Reunión del Comité de Expertas/os 19 de septiembre 2014 Practicar las diligencias periciales teniendo en cuenta los derechos fundamentales de inviolabilidad e integridad física y moral de las mujeres, niñas y adolescentes víctimas de violencia, observando los criterios de razonabilidad y proporcionalidad, siempre bajo la existencia de consentimiento previo e informado de las víctimas; Reducir la cantidad de intervenciones de las mujeres, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual en el proceso a una declaración o denuncia única, en la medida de lo posible, e interrogando a las víctimas únicamente sobre el hecho denunciado en búsqueda de obtener la información mínima e imprescindible para la investigación, en aras de evitar la revictimización; Realizar investigaciones prontas y exhaustivas teniendo en cuenta el contexto de coercibilidad como elemento fundamental para determinar la existencia de la violencia, utilizando pruebas técnicas y prohibiendo explícitamente las pruebas que se sustentan en la conducta de la víctima para inferir el consentimiento, tales como la falta de resistencia, la historia sexual o la retractación durante el proceso o la desvalorización del testimonio con base al presunto Síndrome de Alienación Parental (SAP), de tal manera que los resultados de éstas puedan combatir la impunidad de los agresores; Prohibir los mecanismos de conciliación o avenencia entre el agresor y las víctimas de violencia sexual contra las mujeres, y las causas eximentes o excluyentes de responsabilidad en esos casos, que mandan un mensaje de permisividad a la sociedad, refuerzan el desequilibrio de poderes y aumentan el riesgo físico y emocional de las mujeres que no se encuentran en igualdad de condiciones en la negociación